Vivencias

Por: Lucero Robles Álvarez

Componer una canción es ponerle música, a un pensamiento. Esta es la oportunidad para dialogar y compartir contigo un poquito de mí. Hoy tomo la iniciativa de compartir algunas reflexiones, ideas y vivencias. Hace tiempo quería escribir y compartir contigo, algunas ideas que he querido convertir en canción y otras ideas que simplemente pasan por mi cabeza. Temas de la vida misma: profundos y triviales, sencillos y complejos en este constante proceso de crecimiento.

Para empezar, debo agradecer a mi madre (Mi Mamyger), que siempre me apoya. Gracias a todas las personas que me han apoyado en esta iniciativa.

Siempre he querido dedicar mi vida a la música, no obstante, las oportunidades en un principio se han dado en otras áreas. Por lo cual me siento muy agradecida. Tuve la oportunidad de estudiar artes visuales y luego hacer una carrera universitaria, postergando mi deseo de cantar. No obstante, todo tiene un propósito, una razón de ser y como dice mi madre: Todo pasa, pero los conocimientos que adquieres en la vida, perduran para siempre.

Todo se convierte en un proceso de aprendizaje que te prepara para eventos posteriores. La espera, desespera y en ocasiones deseamos tomar atajos, pero me doy cuenta de que si tratamos de apresurar los sueños y adelantarnos a los acontecimientos, probablemente no estemos listos y no podamos aprovechar al máximo esos conocimientos y experiencias que nos brinda la vida. Por ejemplo: Siempre he sido una persona muy tímida. Dar informes orales siempre fue una experiencia estresante para mí. Así que no tenía ni idea de cómo pararme frente a un público para cantar.

Al cantar, nunca me sentí igual. Describiría lo que es cantar, como una acción de sentir y expresar amor. Ese amor a lo que haces. Vivir ese momento y espacio en el que expresas ese amor que sientes en cada nota. De alguna forma mágica he descubierto que en la medida que sientes y expresas ese amor, las personas lo sienten y son recíprocas devolviendo amor. Al estar en el escenario me siento apreciada y la comunicación entre las personas y yo se vuelve para mi algo espiritual. Es como la concentración que llegas a alcanzar cuando realizas algo que realmente te apasiona. Se te pasan las horas haciéndolo y ni siquiera te das cuenta porque te lo vives, te lo disfrutas mucho.

Este sentimiento es algo que había experimentado al dibujar. Es una manera de conectar lo que se siente en lo profundo de tu ser, exteriorizarlo y plasmarlo en el lienzo. Pero en este caso, se expresa con todo tu ser. No solo cantas, sino que tienes la oportunidad de interpretar lo que sientes o lo que dice la canción. Este es un proceso en el que aún estoy aprendiendo. Espero, a través de este medio, compartir un poco de lo que voy aprendiendo.

- CONTINUARÁ -