EVOLUCIÓN
- Lucero Robles Álvarez
- 27 nov 2017
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 7 mar 2019
Por: Lucero Robles Álvarez
"Toda especie evoluciona cuando se adapta"
Durante meses y en algunos casos, hasta un año, nos hemos estado recuperando al embate del huracán María. Veo cómo la gente se levanta, se ayuda y modifica su estilo de vida para adaptarse a esta nueva realidad que nos dejó este fenómeno atmosférico y emprender a partir de ahí. Tomemos esta situación como una oportunidad para comenzar de nuevo con más fuerza. Es importante que sepamos que... Adaptarse no es conformarse... Es saber esperar pasiva y proactivamente la oportunidad, e inventarla si es necesario.
Adaptarse no es conformarse... Es hallar las oportunidades dentro de la adversidad.
Adaptarse no es conformarse... Es salir del conformismo para encontrar y aplicar nuevas maneras creativas de lograr las metas.
Conformarse es aceptar sin actuar y estancarse en el posible mal que estar en esa sensación de impotencia nos deja. En cambio, adaptarse implica estar en constante movimiento, en constante modificación e introspección y estudiar el panorama para tomar acción.
Adaptarnos es parte del proceso de cambio del que la vida misma está compuesta, es evolucionar. Es decirle a la vida: Aquí estoy, ¿Qué tienes para enseñarme?
Por eso... Podrás acostumbrarte temporeramente a una situación, pero adaptarse, nunca, nunca, nunca, será conformarse.
Adaptarse, es reconocer que nada permanece inerte ante el paso del tiempo, pero es saber qué podemos transformar esa realidad desde nuestro interior. Con una mentalidad renovada, con nuestros propios medios y herramientas.
Adaptarse es aceptar la realidad que nos atañe en el momento, pero seguir en movimiento, ideando nuestro plan estratégico para alcanzar aquello que anhelamos. Es saber que cada reto, es una valiosa oportunidad, para salir de nuestra zona de “confort” y aprender a hacer las cosas de manera diferente.
Es el momento perfecto para reconstruirnos desde los cimientos, poniendo a prueba el propio potencial y viendo ese potencial reflejado en cada suceso, cada bendición, en cada milagro, en cada ángel que llega a nuestra vida.
Adaptarse nunca será conformarse porque las bendiciones existen y están al alcance de todos.
Todos somos dignos y merecedores de la abundancia del universo.
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